Thursday, November 09, 2006

Cronica de la llegada a Morelia

Cerca de las 11 de la noche y con una emoción que se percibía en el aire, mezcla de felicidad y desesperación por la larga espera, partieron de las inmediaciones de la universidad los dos camiones que nos llevarian a nuestro destino, el IV Festival Internacional de cine de Morelia.

Eran apenas las 11 menos 5 cuando se empezaron a degustar las delicias de la bebida que sirvio como brindis inagural del viaje, eso solo se dió dentro del llamado, camion del desmadre, en el cual tuve mi lugar asegurado dias antes de la partida, a diferencia del segundo vehiculo, donde se encontraban los profesores y gente que simplemente deseaba descansar , viendo peliculas como cualquier viaje normal.

Las pantallas bajaron con su caracteristico sonido intermitente como de reversa de camión , mostrando en su imagen videos musicales y sonando en sus bocinas las mejores mezclas de musica Psico, que si bien no es de mi agrado, en dichas circunstancias tan especiales, y en ese contexto , me parecieron aceptables. Éstas solo duraron cerca de una hora , no sé si por que hubieron problemas técnicos, descontento por parte de algunos, o simplemente se quitó para poder cotorrear mas amenamente sin un fondo que interfiriera.

Botellas de los mas famosos alcoholes aparecian por doquier, por supuesto no podía faltar la presencia del buen Bacardi, o para viejos conocidos como yó ; Bacaché Le Blanc, además de un aceptable surtido de vinos en los que predominavan los Cavernet Sauvignon. Tambien la presencia de las refrescantes cervecitas engalanóel viaje en sus dos presentaciones, botella y lata.

Comenzó una lluvia de flashes desde la parte delantera hasta la parte trasera del camión,( sitio en donde se enconrtrba mi lugar ), así paso tambien en el Turibus del descanso, que aunque no poseía las caracteristicas de un antro rodante, sus ocupantes tambien inmortalizaba momentos en el respaldo digital de sus cámaras. Este fue el motivo para que, pocos minutos después de entar a la autopista a México, una patrulla federal detuviera nustros compañeros , ésto por interferir al chofer en la correcta conducción del autobus por tantas luces rebotando en los cristales y cegandolo con tanta brillantez en la oscura noche. Afortunadamente los guardianes del orden en caminos y puentes federales no subieron a bordo de nuestra unidad , ya que , apesar de que el conductor no se encontraba ingiuriendo alcohol, pudimos haber tenido problemas, aunque unos decian que no tenia importancia , que no era considerado una falta, mientras que otros asustados guardaban bajo sus asientos las aun llenas botellas, pero mejor que los oficiales no se percataran, por si las dudas. Este incidente hizo que las fotos a bordo fueran prohibidas por los organizadores del evento, auque no falto uno que otro que eventualmente disparara el obturador, sin embargo no fueron muchos.

Continuó la travesia hasta detenernos en una pequeña tienda de una gasolinera, en alguna parte del camino, lamento no poder ser mas especifico pero era muy dificil saber. Dicha tienda sirvio como abastecedora a algunos para volver a llenar sus bolsas y hieleras con productos etílicos que se les habian ya agotado.

Antes que el reloj marcara la 1 de la mañana pasabamos ya por los alrededores de chalco , la entrada a la Cuidad de México , para ese entonces ya algunos individuos rebotaban pòr todo el interior del veniculo , derramando sus bebidas en asientos y pisos, parte por el movimiento causado por las numerosas imperfecciones de la carpeta asfáltica y parte por su estado de alegria etílica. A esa hora el baño ya se encontraba algo sucio, sobretodo por un pequeño encharcamiento de todo el piso que si bien no era mucho , si incomodaba al mojar las partes traseras del pantalón

Continuo la fiesta a 100 km/hr en las carreteras de nuestro hermoso país , y cada vez más elememtos comenzaban a perder la batalla, por su parte el baño se inundaba más y más y los papeles sucios ya se empezaban a apreciar en las orillas del compartimento que servía como bote. Fue entonces cuando al acudir a hacer mis necesidades, justo al momento que mi pants comenzó a bajarse, mi radio, que se encontraba colocado en el resorte, cayó al interior del pequeño escusado blanco, que afortunadamente habia sido descargado por la persona que lo visito anteriorimente. Entre deseperación y asco no tuve más remedio que retirarlo de ahí con las manos desnudas , mismas que lave con ainco posteriormente al igual que mi aparato de comunicacion que quedo aún más mojado , respondiendo al baño que le dí con un debil parpadeo para despues quedar inerte en mis manos.

Una nube de humo denso inundaba todo el interior pesar de que estaba prohibido fumar, esta medida fue tomada porque no todos disfrutan de dicho vicio, sin embargo ya entrada la fiesta, el cigarillo es in invitado indispensable por lo que entre quejas de otros y persuaciones un tanto imperativas de parte de otros fumadorespara encender uno, la nube se mantuvo presente auque menos espesa de lo que habia estado anteriorimente.

No recuerdo bien la hora pero no debieron ser mas de las 2 y media de la mañana cuando el cansancio que traía a cuestas me incitó a dormir un poco, entre el ruido y las innumerables carcajadas logre conciliar un ligero sueño que solo duró poco más de 2 horas.

Al despertarme me pude constatar de algunos cadaveres tirados en sus asientos, comenzaba a reducirse la población activa, mientras que un grupo en la parte de enmedio, cerca del ya entonces vomitado baño, se mantenía intacto a los estragos de la fiesta, a mi alrededor algunos habian cedido y otros se encontraban a punto.

Desgraciadamante no supe que mas aconteció debido a que logre retomar mi sueño un tiempo despues y volví a abrir los ojos estando ya en patzcuaro a las 8 de la mañana.
Allí debíamos permanecer hasta el medio día, hora en que partiríamos a nuestro destino final. Ese tiempo en el pequeño pueblo fue agradable, primero un rico desayuno consistente en las típicas quesadillas rellenas de lechuga y bañadas en crema y salsa roja del mercadito , después
una buena caminata por sus antiguas calles para bajar la comida, acompañada claro de su correspondiente sesión fotográfica y la visita a los puestos de artesanías y demás curiosidades que se encontraban en los portales del zócalo. Otros compañeros por su parte realizaron un recorrido por la isla de Janitzio en el verde lago de Patzuaro.

A la hora prometida nos encontrabamos ya de nuevo abordo de nuestro sucio y maloliente vehiculo para viajar las dos horas faltantes a Morelia.

Arribamos de acuerdo a la hora establecida a la cuidad pero al hotel llegamos 3 /4 de hora después gracias a que nuestro conductor no sabia la localización exacta, por lo que bajamos cerca de la plaza central y caminamos maleta en mano unas 4 cuadras hasta llegar a las puertas de nuestro alojamiento donde despues de organizar a los ocupantes de cada habitación , nos dispusimos a comenzar nuestra aventura.

atte. un choco ahí

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